
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, los sueños fueron considerados de forma casi mística, como mensajes de dioses, demonios o antepasados. “El último sitio del que se imaginaba que podían surgir los sueños era la carne aparentemente inactiva que alberga el cráneo. Se creía que, durante el sueño, la mente quedaba aletargada y se convertía en un recipiente pasivo”, escribe el neurocirujano y neurobiólogo estadounidense Rahul Jandial en las páginas de ¿Por qué soñamos? (Diana).
Fonte: https://elpais.com/ideas/2025-08-09/por-que-sonamos.html