El día que los oficiales de la policía llegaron a su casa en el barrio de Cayo Hueso, Raymar Aguado Hernández estaba durmiendo, saldando el cansancio de la noche anterior, calurosa y pegajosa, otra noche sin luz sobre La Habana. A las 11:00 de la mañana del 11 de junio, los oficiales le pidieron que se vistiera y los acompañara hasta la estación localizada en las calles Zanja y Dragones. Casi dos horas después, Raymar salió de la unidad policial con un acta de advertencia, acusado de “incitación a delinquir” por su apoyo a las protestas estudiantiles que estallaron contra la empresa estatal ETECSA por la subida de precios de Internet, pero que se convirtieron en una demanda colectiva al corazón del sistema. Amenazas similares llegaron hasta los hogares de otras familias, de otros estudiantes y profesores. La protesta tenía que apagarse. Y a la fuerza se apagó.
Fonte: https://elpais.com/us/2025-06-23/la-represion-silenciosa-acalla-la-protesta-por-el-alza-de-precios-de-internet-en-cuba.html