No es difícil ver llorar a un futbolista. Las victorias o las derrotas suelen quebrarlos y llevar tanto al desahogo como a la frustración por vía lagrimal. Lo raro es que muestren su fragilidad por otros asuntos. Acostumbrados a una inagotable ristra de lugares comunes, casi nadie en su entorno escapa del piloto automático verbal.
Fonte: https://elpais.com/television/2025-09-17/y-marc-cucurella-bajo-todas-sus-defensas-al-hablar-de-su-hijo-autista-ante-el-gran-pau-brunet.html