Cuando Luis, de 80 años, murió en abril tras una larga enfermedad, su hija Mariana acudió a las oficinas del cementerio María Canals, uno de los cinco públicos de Guayaquil. En la ventanilla le informaron que el entierro sería gratuito por cuatro años, pero debía construir un túmulo de cemento. Le explicaron, sin mucho detalle, que en el cementerio había gente que se dedicaba a construir esas estructuras de cemento donde se colocan los ataúdes. Lo que no dijeron fue cuánto costaba, solo le respondieron que ahí había gente para “ganarse la vida”.
Fonte: https://elpais.com/america/2025-08-07/350-dolares-por-muerto-las-mafias-toman-un-cementerio-publico-de-guayaquil.html